Ya sea desde el metro Revolución, la avenida Insurgentes o desde Reforma, cualquier ruta conduce a esta vieja colonia de la CDMX. Los edificios emblemáticos de este lugar, sus personajes y sus calles cuentan una historia que ahora podrán conocer en la exposición Somos Tabacalera, en el Museo de San Carlos.
El nombre de esta colonia surge luego que ahí se instalara, en el Antiguo Palacio del Conde de Buenavista, lo que es ahora el Museo de San Carlos, la fabrica La Tabacalera Mexicana Basagoiti Zaldo y Compañía. En el terreno que estaba alrededor se construyeron casas para los empleados de la cigarrera, donde más tarde llegarían a residir artistas, escritores, actores y políticos. Este Palacio también fue sede de la Lotería Nacional antes de que se terminara de construir el edificio de “El Moro”, en 1946, considerado en su tiempo uno de los primeros rascacielos de la ciudad.
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Una foto del imponente Monumento a la Revolución da la bienvenida a la exposición. Desde 1930, esta construcción ha sido testigo de diferentes luchas: la magisterial, el paro ferrocarrilero de los años 50, las marchas de estudiantes en 1968, hasta los desfiles y mítines que ahí se han llevado a cabo en la actualidad. El inmueble ha sido, además, punto de encuentro de diversas agrupaciones obreras como el Sindicato Mexicano de Electricistas o la Alianza de Ferrocarrileros de México.
La huelga más prolongada que se realizó en América Latina, aproximadamente 20 años, tiene como protagonista el Frontón México, una obra arquitectónica de Teodoro Kunhard y Joaquín Capilla. En el lugar se reunía la élite mexicana para disfrutar de los juegos de Jai-Alai. En 1966 los trabajadores iniciaron la huelga que cerró este recinto hasta el 10 de marzo de 2017, fecha en que reabrío sus puertas.
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En esta colonia tuvo lugar la famosa fiesta homosexual, al inicio del Siglo XX, que terminó en redada. José Guadalupe Posadas contó en un grabado lo sucedido el 18 de noviembre de 1901 en el callejón de La Paz, que hoy lleva el nombre de Ezequiel Montes. Hombres de distinguidas familias, algunos vestidos con ropa de mujer, fueron detenidos por faltas a la moral. Los policías reportaron que detuvieron a 42, solo que uno de ellos era Ignacio de la Torre y Mier, el yerno del presidente Porfirio Díaz. Se cuenta que cuando le avisaron a Díaz, este ordenó que metieran a la cárcel a los 41 detenidos. “¡Son 42, mi general!”, dijo el policía. “41, comandante, 41”, replicó el presidente.
La Tabacalera también fue escenario de la época de oro del cine. Entre sus calles fueron grabadas cintas como La noche Avanza y Días de Otoño, de Roberto Gavaldón; Nosotros los Pobres, de Ismael Rodríguez; y Víctimas del Pecado, de Emilio Fernández, por mencionar algunas. De hecho, como parte complementaria de la exposición estas cintas serán exhibidas.
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La exhibición está integrada por más de 200 piezas, entre billetes de lotería de siete décadas —desde los años 40—, publicidad sobre los sorteos, pinturas, películas, carteles y fotografías de los vecinos que han vivido por más de 40 años en esas calles.
Cuando salgan del museo caminen por la Tabacalera, en esas callejuelas donde se escribieron páginas de la historia. Como la de José de Emparan, en la que se conocieron Fidel Castro y el Che Guevara; o la de Ignacio Mariscal, donde está la casa que albergó el estudio de José Clemente Orozco.
Así que no lo piensen dos veces y acudan al Museo de San Carlos para saber la historia de uno de los barrios más emblemáticos de la Ciudad de México. Esta exposición estará hasta enero del 2020.
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