- Desde los años 50 han garantizado el abastecimiento y distribución de artículos y productos de primera necesidad a la población de la CDMX.
Los mercados son laberintos donde uno gustoso se pierde entre olores, el color, sabor; entre el grito del “marchante” y “la güerita” que se deja seducir por la tentadora oferta del jitomate, el plátano, el chile, la cebolla. Tal vez el buen precio no lo sea tanto, pero eso sí, la mercancía bien pesada y con “pilón” por ser cliente.
Muchos de nosotros no le damos mayor importancia al mercado de la colonia, no sabemos cómo surgió. En la clase de historia solo tenemos el dato del mercado de Tlatelolco, que se encontraba ubicado al suroeste del Templo Mayor de Tenochtitlán, donde los pochtecas —el gremio de comerciantes viajeros— negociaban con plumas, pieles, telas, oro, sal y cacao, así como animales vivos y sacrificados para el consumo; verduras, fruta y madera. Tampoco faltaban los lapidarios, dedicados a sacar las finísimas navajas de obsidiana. En síntesis, los productos y comercialización de todo aquello indispensable para la compleja sociedad prehispánica.
Según la Secretaría de Desarrollo Económico (SEDECO), actualmente en la Ciudad de México existe 329 mercados, que desde los años 50, han garantizado el abastecimiento y distribución de artículos y productos de primera necesidad a la población.
- Los mercados populares: laberintos gustosos - 09/07/2018