A las 11:12 horas de aquel lunes 15 de abril de 1957, el famoso locutor y orador Manuel Bernal, El Declamador de América, interrumpió la habitual transmisión de la XEW, La Voz de la América Latina desde México. Informaba lo que después todo el pueblo de México lamentaría para siempre: “Boletín, boletín… el cantante Pedro Infante acaba de fallecer en un accidente de aviación”.
El trágico incidente ocurrió a las 7:54 de esa mañana en Mérida, Yucatán, cuando el artista, junto con otros dos tripulantes, iba a bordo de una aeronave: un bombardero de la Segunda Guerra Mundial con matrícula XA-KUN de la empresa TAMSA. El avión perdió altura minutos después de haber despegado y cayó sobre las calles 54 Sur y 87 en el centro de esa ciudad.
Se dice que la noche anterior Pedro Infante la pasó con algunos amigos, interpretando “Camino de Guanajuato” del cantautor José Alfredo Jiménez. Enfatizaba más la estrofa que dice … la vida no vale nada. Quién iba a pensar que serían las últimas horas de su existencia.
LEE: Chava Flores, caricaturista musical de la vida común
Tras este lamentable hecho, algunos diarios de mayor circulación de aquel tiempo en nuestro país publicaron en primera plana, con la imagen del cantante y con letras grandes: “México llora la caída de un ídolo”, “Su muerte cayó como bomba en el corazón de todos”, “Pedro Infante pereció”.
El Ídolo de México, como es conocido, nació un 18 de noviembre de 1917 en Culiacán, Sinaloa, pero de niño se mudó con su familia a Guamúchil, en la misma entidad para estudiar. Tuvo que dejar la escuela debido a la situación económica en la que vivían. Empezó a trabajar muy joven. Posteriormente se hizo carpintero, profesión que protagonizó en el cine.
Al mostrar su gran interés por la música, se le dio la oportunidad de cantar con orquestas en algunas radiodifusoras de su natal Sinaloa. Ya en la Ciudad de México, lo hizo en la XEW para alcanzar el éxito al grabar más de 300 canciones como: “Amorcito corazón”, “Cien Años”, “Qué te ha dado esa mujer”, “Deja que salga la luna”, “Bésame mucho” (interpretada en inglés) y, por supuesto, “Las mañanitas”, entre otras.
Como actor, participó en más de 60 películas a lado de inolvidables figuras del cine mexicano de la llamada Época de Oro, la mayoría dirigidas por Ismael Rodríguez: “Un rincón cerca del cielo”, “Dos tipos de cuidado”, “Los tres García”, “A toda máquina”, “Nosotros los pobres”, “Pepe el Toro”, y más. Aåsí como “Tizoc”, con la que ganó un premio internacional al mejor actor y un Globo de Oro por mejor película extrajera. Asimismo, antes de morir, ya era contemplado para participar en nuevos largometrajes.
A través de la radio, cinematografía y televisión, el público mexicano y de otras partes del mundo de aquel entonces, se identificaron de inmediato con El Ídolo de Guamúchil, gracias a sus interpretaciones musicales con el género ranchero, huapango, bolero, etcétera. Es imposible no recordarlo vestido de charro con un mariachi. En cuanto a la actuación, pasó lo mismo con sus caracterizaciones : el mujeriego, el cura, el boxeador, el policía de tránsito, el indio y, por supuesto, el borracho. Se dice que se involucraba muy bien con los personajes que interpretaba porque en la vida real no tomaba ni una gota de alcohol por ser un buen deportista.
Además, al actor le llamó mucho el interés por la aviación. De hecho tenía un permiso para pilotear cualquier aeronave. Le fascinaba volar. Antes de su muerte le ocurrieron dos percances aéreos, uno en Sinaloa y otro en Michoacán. De este último, se le implantó una placa de platino en una parte del cráneo. De esas dos veces, Pedro decía: a mí la muerte me pela los dientes. Pero la tercera fue la vencida.
Así como el sinaloense, otros famosos que tuvieron que ver con la música y la actuación, también fallecieron de igual manera: Carlos Gardel en 1935; Glenn Miller en 1944 y que, hasta la fecha, su muerte aún es un misterio; Ritchie Valens, Buddy Holly y Big Bopper en la misma avioneta en 1959; la actriz mexicana Fanny Cano en 1983; entre otros. A Blanca Estela Pavón, compañera de actuación de Pedro y posible pareja sentimental no sólo en la pantalla grande, le sucedió lo mismo en 1949, cuando el avión en el que viajaba hacia la Ciudad de México cayó entre los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl.
El cuerpo del también llamado Inmortal, se trasladó a la capital mexicana para realizar el homenaje luctuoso en una funeraria ubicada en la colonia San Rafael ante la espera de sus familiares, amigos y, por supuesto, miles de sus seguidores que abarrotaron las calles para ver la carroza fúnebre de su ídolo.
LEE: Pan de Muerto. Un tributo a la muerte
Terminando el velorio, el recorrido se llevó a cabo por el Paseo de la Reforma, cruzando el Ángel de la Independencia. Pasó por la glorieta de La Cibeles en la colonia Roma para, finalmente, dirigirse hasta el Panteón Jardín, mientras la multitud veía con gran tristeza el féretro escoltado por la mayoría de motociclistas que salieron a cuadro en la filmación “A toda máquina”.
Al arribar al cementerio, reconocidos actores de la Época de Oro se despidieron del ídolo. la reciente noticia puso en estado de shock a todo México. Miles de personas permanecieron en el lugar para darle el último adiós y ver cómo lo sepultaban cerca de su compañero y amigo, Jorge Negrete, mientras se interpretaban “Las golondrinas”. La noticia puso en estado de shock a todo México. Ante la histeria, hubo mucha gente desmayada que fue desalojada en brazos por los paramédicos que acudieron al auxilio.
Hoy, a 62 años de su partida y en pleno siglo XXI, el artista todavía es un personaje emblemático para la cultura popular mexicana, que ha ganado el cariño y respeto por parte de las diferentes clases sociales, trascendiendo en generaciones. Muchos se atreven a señalar que es más popular y simbólico que el propio Emiliano Zapata, el líder revolucionario que este año es conmemorado por el centenario de su asesinato.
A Pedro Infante Cruz se le cumplió uno de sus sueños. Frecuentemente decía que cuando falleciera desearía hacerlo volando y que lo enterraran con música. Así sucedió a sus 39 años de edad y en plena cumbre de su carrera artística. Sus canciones y actuaciones los volvieron inmortal, pero su partida repentina lo convirtió en un mito.
Foto portada: blogs.dailynews.com
- El polémico compositor del Cielito Lindo - 12/05/2020
- Pedro Infante. El día que el ídolo se inmortalizó - 15/04/2019
- Reportero en Grupo Radio Centro. Egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.